* CON MÁS DE 30 AÑOS DE EXPERIENCIA EN INMUNOLOGÍA, EL INSTITUTO HA
PARTICIPADO EN EL DESARROLLO DE AL MENOS CUATRO VACUNAS, INCLUIDA UNA CONTRA
INFLUENZA EN 2019.
* PROTOCOLOS DE INVESTIGACIÓN QUE ABORDAN EL ESTUDIO DE LA RESPUESTA
INFLAMATORIA Y LA RESPUESTA INMUNE MEDIADA POR ANTICUERPOS EN LOS PACIENTES CON
COVID-19 HAN APORTADO BASES CIENTÍFICAS QUE AYUDAN AL DESARROLLO DE UNA VACUNA.
CIUDAD DE MEXICO.- Con base en resultados de los estudios
de la inflamación y respuesta inmunitaria en pacientes con COVID-19 que se
realiza en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), y en su experiencia
en el desarrollo y evaluación de vacunas, el IMSS colabora en tres de las
cuatro propuestas enviadas a la Coalición para las Innovaciones en Preparación
para Epidemias (CEPI, por sus siglas en inglés), para el desarrollo de una
vacuna contra el coronavirus SARS-CoV-2.
En este sentido, el jefe de la
Unidad de Investigación Médica en Inmunoquímica (UIMIQ) del Hospital de
Especialidades del CMN Siglo XXI, doctor Constantino López Macías, detalló que
una de estas colaboraciones es con el laboratorio Avimex, la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM) y el CINVESTAV, a través de la evaluación
preclínica y clínica de un vector que contiene antígenos del SARS-CoV-2. Esta
vacuna se encuentra ya en los ensayos preclínicos en animales.
Con el Instituto de
Biotecnología de la UNAM, precisó que el IMSS participa en la valoración de la
vacuna que utiliza el vector adenoasociado que contiene proteínas importantes
de este virus, con la opción de utilizar un adyuvante, es decir, un potenciador
de la respuesta inmune desarrollado en el Seguro Social.
López Macías refirió que también
participan con el grupo de la Iniciativa Jonas Salk, para la evaluación clínica
de la vacuna que se basa en el material genético que codifica la expresión de
una proteína importante de este virus.
Recordó que desde la
notificación del brote pandémico en China, el IMSS inició las reuniones de
trabajo entre investigadores institucionales a través de la Coordinación de
Investigación en Salud, que tuvieron como resultado ya en más de 400 protocolos
de investigación, que han sido o se encuentran ya evaluados por los comités de
ética e investigación institucional.
“En particular, dos protocolos
de investigación de la UIMIQ aprobados, abordan tanto el estudio de la
respuesta inflamatoria como la respuesta inmune mediada por anticuerpos a largo
plazo en los pacientes con COVID-19 y sus contactos”, destacó.
El investigador del IMSS afirmó
que “la información reportada a nivel internacional y la obtenida en nuestro
laboratorio, nos ha servido para identificar importantes blancos de la respuesta
inmune dentro del SARS-CoV-2. Esta información la estamos empleando para el
diseño de nuevos candidatos vacunales contra COVID-19 en la UIMIQ”.
Mencionó que se continúa con
intensa actividad de investigación, desarrollo tecnológico y los procesos de
innovación para los cuatro proyectos presentados ante CEPI; el grupo de
investigadores se encuentra trabajando fuertemente con el apoyo de sus
instituciones así como de dependencias del gobierno federal y de la industria e
iniciativa privada.
“Se está articulando un nuevo
ecosistema de colaboración sin precedente en México, donde el IMSS está
participando de manera destacada a través de sus unidades de investigación y de
atención médica aportando importante conocimiento científico derivado del
estudio de los pacientes, así como preparando la investigación clínica para la
evaluación de las vacunas”, apuntó.
El doctor López Macías refirió
que la vacuna que desarrolla la UIMIQ se encuentra en las fases de diseño del
prototipo y elección del sistema de producción, una vez concluida esta etapa,
se hará una evaluación preclínica y toxicológica en animales.
Agregó que tras las pruebas en
laboratorio, el siguiente paso es producirla y garantizar que puede escalarse;
de ahí la importancia de formar parte del grupo de científicos que representa a
México ante la CEPI.
Con más de 30 años de
experiencia en el área de inmunología, el IMSS ha participado en el desarrollo
de al menos cuatro vacunas utilizando las plataformas de proteínas purificadas
e incluso, en 2019, con el brote de Influenza, el Seguro Social dirigió uno de
los estudios clínicos más grandes del mundo en donde reclutó alrededor de 5 mil
personas.
“Estas vacunas y adyuvantes son
protegidos a través de patentes cuyo titular es el IMSS y han sido apoyadas de
manera muy importante por fondos institucionales y por CONACYT”, afirmó.
El investigador Constantino
López Macías aseveró que normalmente el desarrollo de una vacuna lleva
alrededor de 10 años, sin embargo, en el caso del COVID-19 se han roto todas
las marcas en muchos aspectos, por ello, no es posible estimar el tiempo en que
estas vacunas se encuentren listas.
“El desarrollo de esta vacuna no
depende sólo de aspectos técnicos y científicos, sino también de la parte
regulatoria, administrativa y de infraestructura, así como de los cuantiosos
recursos que se necesitan para la fabricación y la evaluación clínica”,
concluyó.
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