POR
FRANCISCO JAVIER RUIZ QUIRRÍN
DOS
CORONAVIRUS EN MÉXICO: EL REAL… Y EL DE AMLO
HERMOSILLO.- YA NO SÓLO
fueron los gobernadores emanados del PAN los que se manifestaron en contra del
gobierno federal por haberles enviado material de apoyo médico “chafa”.
Mandatarios de “MORENA” como Luis Miguel Barbosa, de Puebla y un gran amigo del
Presidente de la República, Jaime Bonilla, de Baja California, “tronaron”
contra las políticas “erróneas” en el manejo de la emergencia nacional
sanitaria por el Coronavirus.
A esa hoguera de exigencias, habría qué
contemplar también que TV-Azteca, de otro gran amigo del Presidente, Ricardo
Salinas Pliego, mandó decir a través de su conductor estelar de noticias de la
noche, Javier Alatorre, “que las conferencias de prensa que todos los días
ofrece el subsecretario Hugo López Gatell, ya son irrelevantes, por lo que ya no
habría qué hacerle caso”.
La presencia de este virus Covid-19 está
sacando capacidades, ineptitudes, congruencias e incongruencias de quienes
están obligados como gobierno a responder a Juan Pueblo en un escenario de
emergencia mundial, por encima de los sentimientos de amistad, compromiso,
ideologías y proyecciones personales.
El Gobernador de Jalisco, Enrique
Alfaro, “abrió fuego” contra el Presidente López Obrador, exhortando a revisar
el convenio de coordinación fiscal Estado-Federación, ya que se ha confirmado
que las entidades federativas aportan el 86 por ciento de los impuestos que
recibe el erario nacional y sólo recibe de vuelta, 20 centavos de cada peso.
Al reclamo de Alfaro, se unieron los
mandatarios de Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila y Baja California Sur.
Luego entonces, existe una realidad, que
como es paralela a la verdad, sólo hay una. No puede haber dos verdades. Sólo
una.
La realidad es que es inocultable la
ineficiencia e ineficacia con la que el gobierno del Presidente López Obrador
está enfrentando esta crisis sanitaria y de ahí la rebeldía de sus propios
correligionarios, quienes no están dispuestos a pagar las facturas de una
evidente indolencia e irresponsabilidad.
La palabra del vocero López Gatell ha
quedado en entredicho. Él mismo se encargó de construir sus trajes de dudas,
cuando reveló a un diario extranjero que “los casos de Covid en México, podrían
ser más de los que se exponen” y días después, presentó el “plan Centinela”,
con el que habría qué multiplicar por 8 el número de casos confirmados. Es
decir, si hoy existen oficialmente casi siete mil casos confirmados,
multiplicados por 8, nos darían más de 50 mil casos, los que presumiblemente,
serían los números más reales.
Y no se requieren dos dedos de frente
para calificar los reclamos de Bonilla, de Barbosa y de Salinas Pliego, como
dardos envenenados directamente a la humanidad de Andrés Manuel López Obrador,
llevando como pretexto la figura de López Gatell.
Mientras tanto, desde palacio nacional,
el mundo es distinto. Ahí la realidad solamente es la del Presidente y de nada
ni nadie más.
Sin duda, hasta su conciencia le está
advirtiendo a AMLO que está a la vuelta de la esquina una estruendosa crisis
económica pero él insiste en que no se rescatará a nadie (refiriéndose a empresarios)
y que esta pandemia pronto pasará, “para lo cual México ya se encuentra
preparado con las suficientes camas y respiradores para atender a los
enfermos”.
Nadie en su sano juicio, ni siquiera
López Gatell, puede avalar las palabras del Presidente.
La curva del crecimiento del virus se
extenderá hacia arriba mucho más en mayo. El gran riesgo existente es que
colapsen los hospitales públicos y privados en el país al ser incapaces de
tener la capacidad suficiente para atender a la enorme cantidad de pacientes
que requerirán hospitalización.
A lo anterior, habría qué sumar que han
empezado a caer médicos, enfermeras y enfermeros, contagiados al entrar en
contacto con pacientes Covid-19.
Ya para mediados de mayo, la crisis
económica y la desaparición de empleos y empresas, entrará a una curva
ascendente que sentará a la vez los antecedentes de una violencia más
pronunciada en México, pero ahora por el hambre.
Sin embargo, el Presidente asegura que
“vamos bien”, que “todo pronto pasará” y que por ningún motivo su
multimillonaria inversión en la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya y el
aeropuerto internacional de Santa Lucía, se suspenden. Son cantidades que
rebasan los 600 mil millones de pesos.
Finalmente, habría qué anotar que
paralelamente a esta realidad y a esa paranoia, existe la esperanza del
movimiento de la sociedad mexicana y de las acciones y estrategias emprendidas
por los gobernadores, muchos de ellos, conscientes ya de que no habrá respuesta
alguna a sus exigencias al Presidente.
Los mandatarios estatales están tomando
decisiones en base a sus facultades, a su arrastre social y a la confianza que
mantienen en su gente.
POR EJEMPLO, en Sonora, la Gobernadora
Claudia Pavlovich designó a un representante personal para que apoyara sus
acciones en San Luis Río Colorado, municipio de la entidad que se ha convertido
en el epicentro del Coronavirus y ha enviado para este lunes, a ese lugar, a
los secretarios de Salud, del Trabajo y Seguridad Pública, para que en
coordinación con las autoridades locales establezcan nuevas medidas para
remediar la crisis que se vive en aquella esquina tan alejada de la capital… En
un mensaje difundido en sus redes sociales ayer por la tarde, la mandataria
estatal fue optimista al señalar que no será la primera vez que la entereza de
los sonorenses permita salir adelante de problemas tan grandes como el que
ahora se vive, pero que, como requisito para alcanzar este propósito, no se
debe bajar la guardia por ningún motivo y habrá qué redoblar la consistencia en
quedarse en casa como única medida para prevenir contagios.
HOY TAMBIÉN la Secretaría de Educación y
Cultura del Gobierno de Sonora arrancará con el reinicio del ciclo escolar en
el nivel básico, pero a través de Facebook y de la página de Yoremia… En casa,
pero sin bajar la guardia.
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