HERMOSILLO.- Luego de
huir por más de año y medio, un sujeto fue ubicado en un centro de
desintoxicación, ubicado al sur de la ciudad, y asegurado por agentes de la
Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora al contar con orden de
aprehensión por los delitos de tentativa de feminicidio y robo agravado.
Elementos de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal de la
FGJE cumplieron con el mandato judicial, otorgado por el Juez al Agente del
Ministerio Público, en contra del imputado Jesús Abraham (a) “El Cochito”.
El individuo permaneció prófugo por más de 18 meses, luego de que las
investigaciones arrojaran su probable participación en los delitos de tentativa
de feminicidio y robo agravado en agravio de una persona del sexo femenino.
Al ser presentado ante el Juez, quien avaló los datos de pruebas
exhibidos por personal de la Fiscalía de Justicia, el imputado quedó vinculado
a proceso y en prisión preventiva de manera oficiosa.
Los hechos se suscitaron el 18 de septiembre de 2018, por la noche en
la colonia Altares, donde la víctima, entonces de 19 años de edad, fue atacada
por una persona del sexo masculino, quien la abandonó, dejándola por muerta.
La victima expuso, en la entrevista ante personal de la Fiscalía de
Justicia de Sonora, que iba caminando rumbo a su casa, por calles de la
colonia, cuando se topó de frente con una persona del sexo masculino, quien
pasó de largo a su lado.
Pero minutos después fue sorprendida por el mismo sujeto, quien le
colocó un trapo en boca y nariz, al momento que la derribó para comenzar a
golpearla, llevándola hasta un baldío enmontado, donde la agredió hasta que
ella perdió el conocimiento.
Antes de desmayarse, por la falta de oxígeno en el cerebro, pudo
cerciorarse de que se trataba de la misma persona que minutos antes se había
encontrado en el camino. Ella no despertó hasta el día siguiente, alrededor de
las 10:00 horas del 19 de septiembre.
La víctima explicó que trató de gritar, luego de que los rayos del sol
empezaron a quemarle la piel, pero no tuvo las fuerzas y sobre todo se percató
que por las lesiones que sufrió en el cuello y en su cabeza había perdido
movilidad y el habla. Le habían robado varias de sus pertenencias y su salud.
Fue auxiliada por una persona que pasó por el baldío, quien pidió apoyo
a una unidad policiaca que iba por el lugar y a su vez llamaron a socorristas
de la Cruz Roja Mexicana, quienes la trasladaron a recibir atención médica.
Fue diagnosticada con lesiones que tardaron más de 15 en sanar y
pusieron en riesgo la vida, debido a que sufrió infarto cerebral por
desequilibrio, entre la disminución del aporte de oxígeno y del flujo sanguíneo
cerebral por estrangulamiento.
En la fecha del ataque, “Anita” tenía a su bebé de apenas 9 meses de
edad, era empleada de un centro comercial y estudiante de Criminología;
actualmente trabaja muy fuerte de la mano de su mamá para recuperar la
movilidad de su cuerpo y el habla, pues quiere terminar su carrera y
convertirse en perito y trabajar en la Fiscalía de Justicia de Sonora.
Para su madre, la vinculación a proceso del presunto agresor le brinda
tranquilidad, además, siente la seguridad que, al estar preso, él ya no podrá
hacer daño a otras jovencitas.
Solicita que se repare el daño ocasionado, y para el agresor solo tiene
misericordia y perdón: “Estoy más tranquila, porque ya no vendrá hacernos más
daño, o a otras jovencitas, yo no le guardo rencor, yo lo perdono, porque Dios
dice que, si yo perdono, Dios me restaurará totalmente la vida de mi hija, si
ya me la regresó con vida, ahora espero y sueño con su restauración total”,
puntualizó.
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